Magazín Digital 

Como parte de esta edición el psicólogo Ricardo Gómez quiere mostrar uno de los textos de su autoría que emplea para trabajar diferentes conceptos terapéuticos a partir de las metáforas de la vida y la muerte.

 

Conocimiento psicológico para la reparación y promulgación de la paz interior.

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¿Qué es la muerte?

Muchos piensan que la muerte es el final de la vida con la terminación de los signos vitales, el corazón para de latir, los pulmones dejan de respirar y el cerebro deja de funcionar y esa es la muerte, llamaremos a este pensamiento “concepción médica de la vida y la muerte”.

Yo digo que la muerte es mucho más que eso, que uno vive y muere todos los días, ¿pero esto qué quiere decir?, que hay que ampliar la mirada sobre lo que es la vida y la muerte pero pensándolo desde la conciencia y la mente. Empecemos por algo muy básico, cuando duermes tu conciencia se apaga y es como si no estuvieras vivo, pero no estás muerto porque tu corazón sigue latiendo, tus pulmones respirando y tu cerebro funcionando.

El ejemplo del dormir nos muestra que la muerte no siempre tiene que ver con una muerte física, pero además pasa algo aún más interesante, los poetas nos han enseñado que la vida y muerte son sentimientos, a veces nos sentimos “muy vivos” cuando estamos muy felices, cuando vivimos experiencias bonitas, cuando disfrutamos la vida y a veces nos sentimos como “muertos en vida” cuando nos entristecemos, nos damos cuenta de una mala noticia, nos rompen el corazón o simplemente pensamos que no estamos viviendo la vida que queremos, reacciones de este tipo son normales pero mantenernos por mucho tiempo sin superar las situaciones es también “vivir muertos”, pensar así sobre la vida y la muerte se llama “Concepción psicológica sobre la vida y la muerte”.

Y los poetas tienen razón al pensar con esta concepción, no se tiene que parar nuestro corazón, o nuestros pulmones para dejar de vivir, dejamos de vivir cuando no somos conscientes que vivimos y nos dejamos llevar por nuestros impulsos, como si estuviéramos dormidos o como si estuviéramos en piloto automático. Morimos cuando no pensamos sobre nuestros actos, morimos cuando no pensamos ni aprendemos cosas nuevas, podemos estar en el mismo lugar todos los días pero nuestra mente puede ser distinta esta es la diferencia entra estar vivos o muertos viéndolo desde la “Concepción psicológica sobre la vida y la muerte”.

Cuando somos consumidores de droga, nos estamos entregando a una rutina, nos estamos alejando de nuestra conciencia y nuestro pensamiento, solo pensamos en el momento de volver a consumir, estando en este estado estamos también muertos. Podemos recuperar nuestra vida embarcándonos en el difícil viaje de pensar las cosas, de abocarnos a un deber, de no seguir lo que mi cuerpo me dice, porque yo tengo dominio sobre mi cuerpo y mis impulsos.

 

Ricardo Gómez Tamayo